HIMENEO Y FILETO LOS GNÓSTICOS DE LA RESURRECCIÓN

Himeneo y fileto que se desviaron de la verdad. Diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos” 2 Timoteo 2:17,18. Bíblicamente los dos aspectos concretos de la plenitud de Dios en el I Siglo fueron la salvación por gracia y la glorificación por resurrección.

¿Cuál fue la herejía de Himeneo y Fileto? Fue la negación escatológica al afirmar que la resurrección ya había ocurrido en el año que lo dijeron y así negaban la esperanza futura del cambio de cuerpos de lo mortal a lo inmortal. Negaron la glorificación. Mutilaron la Plenitud que es salvación con gloria o glorificación. Ellos desconocían a Romanos 8:11 “Vivificará el Espíritu vuestros cuerpos mortales que mora en vosotros” y la “Gloria venidera que había de manifestarse en nosotros enseñó” Pablo, V:18.

¿Por qué tiene que ser enfrentados? Porque todos los apóstoles y fieles en Cristo del NT estaban bajo “Cristo en vosotros la esperanza de gloria”. La esperanza ¿De qué? De la esperanza de “Ser transformados” de 1 Corintios 15:51 del estado de corruptible al estado incorruptible. El primer estado pertenece al humano bajo debilidad y aflicción y el segundo estado pertenece al espiritual en gloria eterna.

Pablo le pide a Timoteo que corrija con humildad a los que se oponen y escapen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él. Diablo es el epíteto que se aplica a alguien que hace oposición, antagonismo, adversidad a la verdad.

¿Qué fue el lazo del diablo aquí? No fue un diablo cósmico ni una soga física. El lazo fue el -antagonismo- de himeneo y fileto colocando en pretérito el “Ya sucedió” cuando corría el año el evento de la resurrección en el primer siglo cuando apenas corría el año 65/67 d.c. de la carta a Timoteo para debilitar la Fe a fin de no -esperar- el cumplimiento del evento de la transformación que sucedió en el año 70 D.C.

¿De dónde fueron convertidos himeneo y fileto? Del gnosticismo judío que fue una corriente sincrética de filosofía y religión convirtiéndose en un pensamiento herético. Ellos predicaban que la salvación no era por Fe en Cristo sino por Fe en el -conocimiento iluminado del gnosticismo introspectivo- que es superior a la Fe en Cristo y que esa -gnosis- estaba reservada solo para los iluminados del movimiento gnóstico judío.  

Los gnósticos creían que el “mundo material” era una catástrofe cósmica y pecaminosa y que solo del cielo habían caído algunas “chispas” de la divinidad y quedaron atrapadas en la materia del cuerpo, y necesitaban escapar y volver a su origen divino. El cuerpo es malo y por eso, negaron la encarnación de Dios Espíritu Santo. Decían ¿Cómo es que un Espíritu Santo puede habitar en una materia inmunda? Predicaban el -escape de la material- lo lograrían cuando obtuvieran una conciencia cabal de su situación y de su origen divino. Negaron dos doctrinas de fundamento: la encarnación y la resurrección. Su Fe fue reprobada por no estar cimentada en Cristo sino en el gnosticismo místico.

Ellos fueron el espíritu de anticristo que era el espíritu gnóstico contrario a Cristo. Himeneo y Fileto fueron de los que Juan en 1 Juan 4:1-3 hablo “Todo espíritu que no confiesa que Jesús el Cristo ha venido en carne, no es de Dios”.  

Pablo dijo que en los postreros tiempos muchos apostatarían de las convicciones de la Fe en Cristo, prohibirán muchas cosas y ordenarán abstenerse de otras.

También enfatizaron la creencia “dualista” entre el espíritu frente a la materia, el bien superior al mal, el ser puro frente al demiurgo vil. Los gnósticos del primer siglo enseñaron que la única forma de salvación no era por un acto de Dios, sino por la obra humana o adquisición de la propia conciencia de tener en sí mismo la “chispa divina” en el cuerpo.

El gnosticismo enseñó la auto salvación, la auto divinización, la auto reencarnación y la auto iluminación fuera de Cristo. Enseñaron que Jesús y Cristo fueron dos entidades separadas la una de la otra. Que Jesús solo fue una mera materia o una silueta y Cristo fue un mero espíritu. Creían en el culto a los ángeles como espíritus puros. Enseñaban que entre ellos habían arcángeles, ángeles y serafines.

A estas corrientes pertenecieron Himeneo y Fileto y entraron a oír de Cristo entre los hermanos. Tomaron referencias y luego negaron las creencias fundamentales y centrales de la Fe en Cristo y por eso, Juan dijo de ellos “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros”.

Himeneo y Fileto fueron “docetistas” del griego “Dokesis” que es “Apariencia” que fue una de las corrientes del gnosticismo proveniente de la influencia de Platón que enseñó el desprecio de la materia y que los sufrimientos y la humanidad de Jesús solo fueron una “apariencia” o especie de silueta física y no reales. Negaron la realidad del misterio de la piedad: Dios se hizo carne (Encarnación).

Timoteo se vio enfrentado al gnosticismo y docetismo, pero Pablo lo entrenó y afirmó en el sello de su Fe en la resurrección. Himeneo y Fileto no fueron invocadores de la resurrección sino opositores a ella “carcomiendo” como gangrena (algo que se propaga y destruye) con gnosticismo la firmeza de los fieles en la resurrección. ¿Cuál fue su herejía? Fue sobre el (Tiempo) y la (Anulación) de la esperanza de la resurrección.

Distorsionaron la verdad revelada, representando paradigmas engañosos que aparentan espiritualidad, pero negaron la transformación y el cambio de cuerpos de 1 Corintios 15:52,53 que fue la muerte sorbida en victoria.

Su tema de error fue que “Ya se había efectuado” y con esto lo que hicieron fue “espiritualizar bajo el gnosticismo la resurrección”, para negar que no había resurrección del cuerpo, ¿Por qué fue un gnosticismo herético? Porque el énfasis de ellos fue que el espíritu es mayor que la materia, negaron el misterio de la piedad y anularon la esperanza de la resurrección.

La resurrección en la escatología de Pablo no fue simbólica sino real en la transformación del cuerpo. Pablo explicó que la Resurrección fue un cambio del estado mortal del cuerpo al estado inmortal a cuerpo celestial, del estado corruptible al estado incorruptible, de la debilidad a la fortaleza eterna.

La resurrección de Himeneo y de Fileto no tenía cambio de cuerpo debido a la creencia de su doctrina sobre la materia. La de Pablo fue resurrección en tiempo inminente de cuerpo mortal (matera) a cuerpo celestial (espíritu). Fue la gran transformación del estado corruptible al estado incorruptible.

Si Pablo no hubiera escrito los términos “mortal” y “corruptible” y del “dormir” del cuerpo, entonces, el gnosticismo de Himeneo y Fileto no hubiera tenido ninguna oposición por parte de Pablo.

Nosotros hoy nacimos en la Plenitud de todas esas transiciones del primer siglo. No pasaremos por los “tránsitos” que pasó Pablo en el primer siglo. Recordemos que Pablo y los demás en Su cuerpo mortal estaban en diversas aflicciones y el anhelo de él y ellos era ser revestidos. Pablo animaba a los hermanos en 2 Corintios 4:18 a no poner su mirada en las cosas que se ven con el cuerpo mortal, sino en las que no se ven que son eternas. Si nuestra morada terrestre (cuerpo materia) se deshiciere, tenemos de Dios un edificio (cuerpo espiritual) en los cielos (2 Corintios 5:1-5).

Pablo y los demás “Gemían” por ese revestimiento, por esa habitación celestial (Cuerpo espíritu), V:2. Pablo usó “gemir” como una metáfora del deseo profundo de dejar atrás la fragilidad del cuerpo materia y ser revestido con el cuerpo espíritu que Dios ya le había preparado.

Pablo enseñó que el “gemir” no es tan solo un sufrimiento físico, sino un clamor interior por algo más elevado, más pleno. Cuando usó “revestidos” aludió a la idea de ponerse una nueva vestidura, un cuerpo espíritu, como quien se pone una túnica de gloria. Usó “habitación” como una morada eterna con Dios, el cuerpo espíritu era su gloria que no estaría sujeto a corrupción ni muerte bajo tribulación romana en persecuciones de muerte y de dolor.

Entendamos esto. Las persecuciones del imperio romano, la gran tribulación, la destrucción del templo y de Jerusalén, la venida de Cristo en juicio a Judea (Israel), la esperanza de la transformación o cambio de cuerpos, la resurrección, el arrebatamiento, la manifestación del hijo de pecado, el anticristo y los anticristos gnósticos, cerintianos y docetistas, la gehenna, Armagedón, la manifestación de Gog y Magog, el fin del judaísmo y del antiguo pacto, fueron para el primer siglo y no para nosotros hoy.

Nosotros hoy al estar en la Plenitud de las consumaciones de Juan 19:30 y de Apocalipsis 21:6, la resurrección y el arrebatamiento no es para nosotros, porque ahora en Plenitud, Cristo no es nuestra -esperanza- es nuestra gloria y ¿Qué significa? Que al morir entramos sin -paradas intermedias- al Ein Sof que en hebreo es el “Universo sin Límites” “La eterna gloria” “La inmortalidad” “La vida eterna adimensional”. Entramos al “Olam” de Dios, por eso, nuestra Fe Consumada no espera lo que ya tenemos seguro e inmortal en Cristo.

*Este documento pertenece a Somos Reino Internacional del Ministerio Mentor Dr. Rey Estrada. Escritor. Teólogo. Mentor del Reino. psicólogo. Puede usarse si copia y pega sin alterar el contenido ni quitar ni agregar. El Autor es el único responsable de presentar defensa de su escrito.  Derecho Reservado.

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