LAS DOS VISIONES DE JANOS: PASADO Y FUTURO

Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser fue ya; y Dios restaura lo que pasó (Eclesiastés 3:15)

El dios más antiguo del imperio romano fue Janos. Fue el dios de las dos visiones. Del viejo año y el nuevo año, por eso, los romanos lo situaron en Enero y le pusieron Ianuarius el mes que abre el nuevo año.

Era un Bifronte “Dos frentes”. Dos rostros mirando en direcciones opuestas. Los lados opuestos salidos de un mismo tronco o cuerpo. Representa la naturaleza de la emoción bifronte que tiene aspectos positivos y negativos. Mirar a Janos es interpretar desde dos perspectivas opuestas.

Janos tiene dos significados, dos intenciones o dos efectos simultáneos. Es el dios del viejo año y el nuevo año. Si giras el Bifronte de Janos pones el pasado en el futuro y al futuro en el pasado. El asunto con Janos es que no tiene la cara del presente, porque esa cara la debes poner tú. Janos es el dios de los comienzos y de los finales. Abre los portales a procesos y transiciones.

La doble mirada de Janos simboliza la transición entre lo que fue y lo que será. Simboliza la sabiduría entre lo que se conoce como el antes y lo que se ha de conocer después. Simboliza el portal entre dos tiempos, dos estados y dos realidades.

Janos fue el guardían de las puertas de las casas romanas, de los templos y de las ciudades. Se creía que guardaba la salida y la entrada del peregrino. Simboliza la vida y la muerte. La etapa del inicio del partido y del final. Simboliza en el ajedrez las fichas blancas y negras.

Janos abría los caminos espirituales hacia los demás dioses. Todo entraba y salía por Janos. Es el paso entre dos mundos: materia y espíritu. El consciente y el subconsciente. Es la frontera entre lo viejo y lo nuevo y lo que termina o deja de ser y lo que empieza y es. Representa lo retrospectivo y lo prospectivo.

Lo dual: pasado y futuro. El bien y el mal. La luz y la oscuridad. La deidad y el Satán. Lo interno y lo externo. El preterismo y el futurismo. Janos es el equilibrio entre los opuestos. Hace entender la historia y anticipar la que sigue. Janos es la conciencia que observa los cambios de la vida. Es la presencia interior que sabe cuando cerrar una puerta y abrirla.

El templo de Janos en Roma tenia dos puertas: una abierta para el tiempo de guerra y la otra cerrada en tiempo de paz. Las “¨Puertas de Janos” cerrada simbolizaron la “Paz Universal”. Janos es el pasaje de las energías: de un pasado lúgubre a un mañana dichoso.

Janos es mirar atrás para aprender y mirar hacia adelante para proyectar y estar presente en el punto de transición. Es la llave del “Yo fui” y del “Yo seré”. Cierra ciclos y abre ciclos. Janos no tiene dos corazones en el tronco del cuerpo, sino un solo y en él se halla el “Instante presente” (la verdad presente) dónde uno decide a donde mirar y estar y/o a dónde cerrar la puerta o abrirla.

Janos es el punto de inflexión (cambio de visión) (cambio de signo) (cambio de posición). No puedes avanzar si no te atreves a soltar lo que fue para renacer por lo que es. Todo final es un comienzo y todo comienzo exige un cierre consciente.  

Janos hacia el pasado invita al perdón y a aceptar y hacia el futuro inspira confianza y aceptación. El verdadero portal no está afuera sino adentro. Es aquí dónde el “Alma” deja de reaccionar e inicia responder desde el amor.

El Janos de las dos caras de la escatología: Llegó el momento decisivo para usted. Traigo a colación la dualidad de Janos para que entendamos el cambio de paradigma. Aquello que fue, ya es. Aquello que ha de ser, fue ya, ¿Qué significa en términos de escatología realista? Las dos caras del Janos de la escatología es el preterismo absoluto y el futurismo. Es el Janos entre el preterismo absoluto (todo cumplimiento profético ya ocurrió en el pasado) y el futurismo (las profecías aún esperan cumplimiento futuro).

Aquello que Dios hizo en Cristo como Hijo de hombre ya es un hecho histórico, ya es un pretérito perfecto simple. Aquello que ha de ser para el futurista, fue ya porque está cumplido en Cristo. En Cristo tenemos Su venida en redención (Parousía de la cruz) y tenemos Su venida en juicio (Apousía de Jerusalén).

El futurista no puede evadir la “Verdad Presente” que viene y procede de la historia de Dios en el tratamiento con la nación de Israel. Cuando usted lee detalladamente todo el NT se da cuenta que los personajes principales de todos los escenarios de ley y de gracia, de antiguo y nuevo pacto, de salvación y condenación, de juicio y de gloria fueron los vasos de honra y los vasos de deshonra extraídos por Dios el Alfarero de Romanos 9 sacando de Israel a los vasos de ira para destrucción (año 70) y vasos de misericordia para gloria (año 70).

La cara del (pasado) de Janos preterista te dice “Cumplido” en Juan 19:30 y Apocalipsis 21:6 pero la cara del (futuro) de Janos futurista te dice: “Expectativa”. Cuando algo está en una mirada expectante está en proceso, no ha venido, no se ha cumplido la promesa ni el vaticinio. Te da una espera pasiva.

Haz este ejercicio introspectivo: ¿Qué parte de tu Fe en cristo está anclada en los hechos históricos cumplidos? ¿Qué parte de tu Fe en Cristo está proyectada en el futuro? ¿Qué estás ignorando del presente por mirar solo en una dirección del mañana?

El Reino es aquí y ahora. No está solo en lo que fue ni en lo que será. Está en lo que soy en este eterno presente en Cristo. Para el preterista absoluto el Cristo de Colosenses 1:27 “Cristo la esperanza de gloria” es solo Cristo de Gloria y para el futurista es Cristo de esperanza. Pablo dijo en Romanos 8:23-25 cuando habló “esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo” en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿A qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

¿Qué hay que entender? Que todo lo histórico de Dios tiene una Plenitud Presente por efecto de extensivo. No estamos entre el “Ya” y el “Todavía no”. Si Dios en Cristo hubiera hecha una consumación parcial estaríamos en el “Todavía no” esto o aquello, pero “Hecho está” el juicio de Dios fue ejecutado sobre Judea, sobre su templo, sobre su pueblo y sobre su ciudad y sobre su viejo pacto y sobre su judaísmo ritual.

Dios ya no tiene nada que ver con el Israel político, militar, económico ni religioso actual. Es una nación negociada por la ONU que aprobó el Plan de Partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947, mediante la Resolución 181, que propuso dividir el territorio del Mandato Británico en dos Estados: uno judío y otro árabe. Es un Israel común y corriente. ¿En dónde ponen los ojos los futuristas? En Jerusalén. Los preteristas absolutos no tenemos ojos en ninguna parte. Somos en el Cristo de Gloria en un eterno presente.

*Este documento pertenece a Somos Reino Internacional del Ministerio Mentor Dr. Rey Estrada. Escritor. Teólogo. Mentor del Reino. psicólogo. Puede usarse si copia y pega sin alterar el contenido ni quitar ni agregar. El Autor es el único responsable de presentar defensa de su escrito.  Derecho Reservado.

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