LA GRAN TRIBULACIÓN 66/70

Yahshúa estando en el monte de los Olivos en Mateo 24:21 les dijo a Sus discípulos sobre el tema de la “Gran Tribulación” “Porque habrá entonces Gran Tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo (ciudades) hasta ahora ni la habrá”.

La palabra “Tribulación” es del hebreo “Tsará” que es “opresión, angustia, aflicción extrema”. Tsará es un sufrimiento extremo por la caída de la ira de Dios sobre un sujeto o una nación. Es una opresión nacional aplicada por un reino o ejército superior a el o a ella.

Desde Daniel 12:1 ya se profetizaba sobre Israel: “Será tiempo de angustia (Tsará) cual nunca fue…”. Jeremías 30:7: “¡Ay! Porque grande es aquel día, no hay otro semejante a él; tiempo de angustia (Tsará) para Jacob…”.

En la expresión de Yahshúa “cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás” marcó un precedente histórico irrepetible “No habrá una Gran Tribulación” moderna.

En Mateo 24:15 Yahshúa trajo de Daniel 9 de las 70 semanas la “Abominación desoladora” sobre el Santuario, Casa de Dios, o el Templo. Israel solo ha tenido dos Templos: El del rey Salomón destruido por Nabucodonosor y el del rey Herodes destruido por Tito y en Apocalipsis 21:3 vemos al III Templo que es el Tabernáculo en el espíritu de Dios con los hombres como Su Dios y eso significa que, si después del año 70 no hay Templo, entonces, no habrá Gran Tribulación moderna.

El objetivo militar de los ejércitos de Lucas 21:20 rodeando a Jerusalén era para destruir también a Su Templo (El de Herodes) lo inició en el año 19 A.C y lo terminó en el año 62 D.C. y a los 8 años fue destruido.

Al no haber en el Siglo XXI nuestro en Jerusalén un Templo por haber sido destruido en el 70, entonces, por lógica no va a haber una Gran Tribulación moderna. Además, hoy no existe el Imperio Romano que fue destruido por Adoacro el bárbaro (Líder de los Hérulos) en el año 476 D.C. Comandante germano de origen escita, lideró una revuelta de tropas bárbaras en Italia y venció.

Yahshúa les dijo claramente a Sus discípulos en Mateo 24:34 “No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. El movimiento de Tito contra el Templo/Jerusalén fue con cuatro legiones romanas: (1) La legión V Macedonia, (2) La legión X Fretensis, (3) La legión XII Fulminata, (4) La legión XV Apollinaris.

Estas fueron las “Legiones” que rodearon a Jerusalén en Lucas 21:20, las que causaron los días de retribución de Lucas 21:22, las que causaron la gran calamidad en el territorio de Judea y fueron la ira sobre Israel en Lucas 21:23, sus habitantes caerían a filo de espada y llevarían cautivos a los más fuertes judíos a todas las naciones del dominio del imperio romano del I Siglo y fueron las legiones que hollaron a Jerusalén como gentiles en Lucas 21:24, las legiones causarían infartos desfalleciendo la gente por el temor y las expectaciones de las cosas que harían sobre Judea y ellas serían las que conmoverían a las potencias de los cielos que fueron los líderes de Israel en Lucas 21:26, y las que como un lazo vino sobre todos los habitantes de Judea en Lucas 21:35.

En Lucas 13:1-5 leemos que Pilato había mezclado con los sacrificios la sangre de algunos Galileos y Yahshúa les dijo que los Galileos no fueron más pecadores que ellos “Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” ¿Dónde? En la Gran Tribulación”. La mayoría de ellos no se arrepintieron y perecieron de igual manera en la destrucción de Jerusalén del 70.

En Mateo 24:27 Yahshúa creó la metáfora del relámpago saliendo del oriente y mostrándose en el occidente, afirmando la venida del Hijo del Hombre. El relámpago fue aplicado a las legiones romanas de Tito. Se moverían con rapidez. Entendamos esto: Cristo tuvo el título de “Hijo de Hombre” referido a juicio. La palabra “Venida” en juicio es conocida como la “Apousía” de Cristo no en forma visible. El no bajo físicamente a Judea en el año 70. Cristo hizo juicio a Israel a través de las cuatro legiones romanas de Tito. Ellos fueron el -instrumento de destrucción-. Ellos le pasaron al Israel impenitente factura de cobro por rehusar pagar los impuestos a Roma que fue uno de los móviles que provocó la ira del imperio contra Jerusalén.

Cristo vino en Parousía a la cruz físicamente con relación al pecado (Hebreos 9:26) y vino en Apousía no visible a Judea con relación al juicio (Hebreos 9:27) y vino en Gloria en Apousía con relación a la transformación (Hebreos 9:28).

La venida de Cristo en destrucción fue a través de las legiones como un relámpago y se hizo evidente y no oculta ni secreta. Todo el Ojo de Israel lo vio en el año 70 D.C. Vio a Cristo juzgándolos a través de las legiones romanas. Este relámpago no fue meteorológico sino teofánico. La luz del relámpago mostró la acción en Judea de la Gran Tribulación del 70. Lo inesperado de la destrucción.

En Lucas 17:33-36 Yahshúa habló de perder y/o de salvar el alma o la vida y habló de la -noche- como símbolo de oscuridad y de juicio “En aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado y el otro serán dejado”. Aquí -tomado- jamás habla de rapto aéreo o seres volando por los aires hacia arriba. Eso no existe. Es falso. ¿Qué significó? Que, en el movimiento presente de la Gran Tribulación de las cuatro legiones romanas de Tito, el discípulo fiel a Cristo reconoció las -señales- de la destrucción de Jerusalén y cuando vinieron las tropas -huyó- a la seguridad en las montañas al oriente del Río Jordán (Petra), mientras que el judío incrédulo al lado de él sería dejado para perecer en el asedio de las tropas.  Uno escapó providencialmente (Dios lo cuidó de la Gran Tribulación), mientras que el otro fue decapitado o muerto en el asedio y/o llevado en cautiverio a las minas de Egipto propiedad del imperio romano.

Yahshúa habló en Mateo 24:28 sobre las águilas “Dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas”. El Señor usó la metáfora de “Un cuerpo muerto” que representó la descarga del juicio para ser corrompido, debido a su estado espiritual y ese cuerpo muerto fue Jerusalén. Las águilas son los buitres o los carroñeros que aparecen en manadas en los aires donde hay muerte y esto fue símbolo de descomposición. Primero viene la interna y luego la externa sobre el cuerpo del impenitente (Israel).

En el 70 D.C., las legiones de Tito literalmente “pulularon” como águilas sobre la decadente Judea para saquear y devastar todo lo que Israel tenía por sublime como el Templo/Jerusalén. Desde Exodo 19:4 los israelitas conocían la metáfora de las alas de águilas “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios y cómo os tomé sobre las alas de águilas y os he traído a mí” hablándoles como Israel disfrutó de la protección y cuidado providencial de Dios, y el águila ejemplificaba esto “Salvación” en el aspecto positivo, pero el aspecto negativo simbolizaba comiendo el cuerpo muerto de Israel (Destrucción). Israel, Grecia y los Romanos usaron el carácter del águila.

Para el año 66-70 D.C. Jerusalén como toda la nación Judía era un -cuerpo putrefacto- como lo fue en el valle de los huesos secos. El águila de Roma vino para remover ese cuerpo muerto llamado el Israel del 70.

No habrá una Gran Tribulación moderna porque la que profetizó Yahshúa ya fue cumplida en el año 70 sobre el Templo y la ciudad de Jerusalén. El que tenga ojos para leer a Yahshúa que entienda.  

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