REY TU NUEVA IDENTIDAD

Isaías 56:5 "Yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá."

Estaba profetizado que Dios nos daría un nombre mejor que el de hijos e hijas de Dios. dicho nombre sería un gran título que connotaría un nuevo carácter. Sería un nuevo nombre perpetuo que nunca perecería o dejaría de ser y algo que “no deja de ser” es eterno.

En el año 30 cuando Yahshúa inicio su ministerio público comenzó la era de los discípulos. La palabra discípulo es del hebreo “Talmid” que es aprendiz. Es uno que está en proceso de formación. Es uno que se sienta a oír a su maestro para ser como su maestro. María en Betania la hermana de Martha fue un discípulo o una mujer talmid, se sentó a oír al maestro.

Todos los talmid entraron en Gálatas 4:19 para ser formados en Cristo “Hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Es un proceso de gestación espiritual en el interior de cada uno de los discípulos. Todos fueron discípulos de Cristo. Cristo es el único que forma ulteriormente discípulos de él para ser como él. La finalidad del discipulado Cristo es ser otro Cristo como él.

Yahshúa en el año 33 ½ fue a la cruz ¿A qué? A formar discípulos de la cruz. Murió ¿Para qué? Para crucificar al viejo hombre de los discípulos o discípulos sin viejo hombre. Resucitó ¿Para qué? Para levantar discípulos en resurrección o en vida o vivificados.

En pentecostés derramó Su Espíritu en aquellos 120 discípulos del aposento alto y a partir de allí se inicio la era de los Hijos de Dios que fueron engendrados por la voluntad del Espíritu Santo. Gálatas 4:4-7 dice que venido el cumplimiento (plenitud) del tiempo, Dios envío a Su Hijo para que el Espíritu de Su Hijos produjera Hijos libres de la maldición de la ley. Hijos redimidos. Hijos herederos de Dios por medio de Cristo.

La era del Hijo vino del año 30 al año 33 ½ y del año 33 ½ el cristo resucitado les dio la comisión a los discípulos de ir y hacer discípulos en las naciones del imperio romano (Mateo 28:19,20).

Del año 33 ½ comenzó la era de la esperanza dónde en Colosenses 1:27 Cristo fue para Pablo y los demás “Cristo la esperanza de gloria”. Cristo en los Hijos es una presencia interior y transformadora. La esperanza de gloria es certeza gozosa de glorificación. Esa esperanza de gloria en Romanos 8:11 era la vivificación de los cuerpos mortales de los Hijos de Dios por el Espíritu en ellos. Todos los son que son guiados por el Espíritu, éstos son Hijos de Dios. Los únicos en el primer siglo que comportaban una esperanza de gloria eran los Hijos de Dios. Pablo dijo en Romanos 8:9 que, si alguno no tenía el Espíritu de Cristo, no era de Cristo.

En Romanos 8:19-25 la creación (espiritual) aguardaba en el primer siglo la manifestación de los Hijos de Dios. cada Hijo de Dios miraba con expectativa aquella gloria prometida. Esperando algo glorioso venir del cielo. Esperaban es macro evento de gloria o de esplendor. Era la Glorificación. Cada Hijo de Dios esperaba la redención de su cuerpo corruptible a cuerpo incorruptible ¿Por qué? Porque sus cuerpos estaban bajo aflicción, angustia y tribulación de matanza por el filo de espada del imperio romano, por eso, Pablo dijo en Romanos 8:18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”

“Tengo por cierto”: Pablo habló con convicción absoluta. No fue una suposición, sino una certeza basada en la esperanza de gloria. “Aflicciones del tiempo presente”: Pablo Se refirió a todo tipo de sufrimiento, persecución, dolor, pérdida, tribulación o lucha que estaban ellos enfrentando del imperio romano como Hijos de Dios en el primer siglo. “No son comparables”: El contraste es radical. La gloria futura no es solo mayor, es incomparable en magnitud, belleza y eternidad. “Gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”: No fue una gloria externa, sino una transformación interna que se revelará plenamente en la resurrección y la unión con Cristo. Pablo en Filipenses 3:21 “De tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.”.

El cuerpo de todos los Hijos de Dios del primer siglo, estaban anhelando el cambio o la transformación de 1 Corintios 15:53 “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”. Ese cambio de cuerpos se dio de lo “Corruptible” sujeto a decadencia, enfermedad y muerte a lo “Incorruptible” a lo que no puede deteriorarse, el estado glorificado del cuerpo en la resurrección. La transformación de lo “Mortal” que fue su condición actual, limitada por el tiempo y la finitud a lo “Inmortal” que es la vida eterna, sin límite ni final, otorgada por Dios en Cristo.

Todos los Hijos de Dios del primer siglo, fueron sellados en Efesios 1:13,14 hasta la redención de la posesión adquirida. El Espíritu los marcó como propiedad y beneficiarios del cambio de cuerpos o de la redención o rescate de lo mortal a lo inmortal porque la resurrección fue el acto final pleno de la salvación en Cristo. Ellos fueron salvos para la transformación final.

Cada Hijo de Dios caminaba sellado con las arras del Espíritu como el anticipo de la plenitud de Su salvación la “Redención Total”.

La Plenitud o la Transformación es lo que los apóstoles llamaron la “Bendita esperanza”. Pablo dijo en Romanos 8:24,25 en “Esperanza fuimos salvos”.

Pablo estableció que la salvación (la justificación, el perdón, la vida eterna) ya era un hecho pasado para el Hijo de Dios (¿el habló del tiempo verbal aoristo, fuimos salvos). Sin embargo, el Hijo todavía vive en la imperfección del cuerpo mortal y en un mundo caído y para ello, Pablo introduce la esperanza del griego “Elpis” que es el vínculo que conecta el hecho pasado de la salvación con su manifestación futura la transformación. Pablo enseñó que la salvación se les dio como una promesa segura que aún no podía verla completamente hasta que ocurriera el cambio de cuerpos o la transformación.

Pablo le dice a todos que la “Esperanza” es un hecho de “Transformación” que no se ve a la vista, porque si algo ya es visible al ojo, entonces, ya no requiere de fe ni de paciencia o perseverancia, por eso, Pablo condenó la hipótesis de Himeneo y Fileto que estaban diciendo que la “Resurrección, Transformación, Plenitud de la esperanza” ya había ocurrido. No había ocurrido, porque estaba en “Esperanza” a glorificación futura del cambio de sus cuerpos, es decir la “Liberación” de sacarlos de la corrupción de la vieja creación estando en cuerpo mortales (Romanos 5:3-5).

Pablo invitó a todos los Hijos de Dios de las comunidades locales del primer siglo a tener “Hyponomé” que es “Paciencia”. Si la salvación completa es una realidad que se espera y no se ve, la única respuesta adecuada del Hijo de Dios del primer siglo era aguardarla con paciencia. Esta paciencia no es pasividad, sino una perseverancia activa y fiel bajo las tribulaciones romanas (Romanos 5:3-5).

La gran Plenitud de la salvación fue la glorificación o el cambio de cuerpos o la transformación sobrenatural. Pablo dijo “Esperamos lo que no vemos” pero con paciencia lo aguardamos. Esto no enseña que: La Fe mira lo invisible. La esperanza lo anticipa. La paciencia lo sostienes.

Pablo creyó lo que Cristo hizo. Esperó lo que Cristo prometió. Perseveró hasta verlo como un hecho sobrenatural realizado.

Pablo murió en el año 68 y en el año 70 D.C. Cristo a todos los subió a la gloria eterna, porque la señal que les dio fue la destrucción del templo y de Jerusalén que ocurrió en el año 70 (Lucas 21:20,27,28) Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca, ¿Cuál redención? La de Efesios 1:14. La de Romanos 8:11. La de 1 Corintios 15:50-54.

En 1 Tesalonicenses 4:17 Pablo dijo: Los que hayamos quedado o los que vivimos, seremos arrebatados. La resurrección, redención, el cambio de cuerpos fue un arrebatamiento. Tanto los que murieron en Cristo como los presentes al instante del arrebatamiento subieron a las nubes para recibir al Señor en el aire. Es una metáfora de redención completa. Pablo usó la palabra nubes que es un símbolo de alzamiento a la presencia de Dios, pero para ser alzados Pablo tubo que dejar la carne y la sangre de su cuerpo viejo mortal, por eso, en 1 Corintios 15:50 la carne/sangre no hereda el Reino. No hereda el alzamiento de la tierra. Carne y sangre son elementos del polvo y éstos se van abajo. No suben ni nunca subirán.

La plenitud de la salvación es la glorificación y esta consiste en un despojo del viejo vestido. Cada semilla tiene su propio cuerpo. La semilla del espíritu en Cristo tiene el cuerpo espiritual que es el inmortal y/o el incorruptible. Esto mortal se vista de inmortalidad.

Pablo usó nubes como la absorción de la presencia de Dios. Todos entrando en la presencia eterna de Dios y usó aire como símbolo de inhalación sobrenatural. Nubes y aire no son literales son metáforas con significado espiritual.

Pablo fue inhalado desde el cielo a subir a la presencia de Dios. Fue tomado en arrebatamiento. Fue inspirado. Fue tomado. Fue inhalado. Fue recibido para estar por siempre con el Señor en gloria eterna dónde actualmente está.

El propósito del arrebatamiento fue juntar para entrar en gloria. en Romanos 8:29,30 Pablo ya había establecido el pretérito de la glorificación: a los que antes Dios conoció en Cristo, los predestino, llamó, justificó, y glorificó.

La plenitud de la salvación fue la gloria, el destino final, la culminación del propósito de Dios con los Hijos de Dios. ellos vieron una gloria sin velos, sin límites. Lo mortal dejó de ser. Lo corruptible ya no fue más. El espíritu de Pablo se unió plena y potencialmente a la vida eterna. La gloria eterna es el estado final del Reino de Dios: sin muerte, sin sufrimiento, sin enfermedad, sin dolor, sin oscuridad, sin pecado y sin oscuridad.

Yahshúa dijo en Juan 17:24 “Padre quiero que donde Yo estoy, ellos también estén”. Dios a Pablo y a los demás la “Esperanza” que esperaron y las promesas que Dios les dio, se la cumplió por carácter de Su fidelidad, por eso, el habló de “Cristo esperanza de Gloria”. Para nosotros hoy es “Cristo Gloria” porque al morir no necesitamos resurrección ni arrebatamiento, porque ya estamos conectados a la gloria. Ya tenemos la gloria en nuestro espíritu.

En Apocalipsis 5:8-10 ¿Quiénes cantaban el cántico nuevo? Los 24 ancianos. El 24 es número de plenitud. Ante esa plenitud estaban en pie ante el cordero inmolado. De todo linaje, lenguaje, pueblo y nación los redimidos cantaban: Con tu sangre nos has redimido para Dios y nos has hecho Reyes y Sacerdotes y Reinaremos sobre la tierra.

Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la alabanza, honra, gloria, y poder por los siglos de los siglos. El cielo es un cielo de Reyes y Reinas del Reino.

Resumamos: Del año 30 al 33 ½ la era de los discípulos. Del 33 ½ al 70 la era de los Hijos. Del 70 a hoy la era de las Reinas y Reyes del Altísimo en un Reino que no tiene fin. Aquí es donde se cumplió Isaías 56:5 Les daré un mejor nombre que de hijos e hijas ¿Cuál? El de Reyes y Reinas. Rey es el nombre perfecto en ti que nunca dejará de ser. Reyes para reinar en vida y libertad. Te encuentras en el Reino de los Reyes con la identidad más poderoso que Dios ha hecho para ti.

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